Neuronas Explosivas

No sé si algunos de ustedes o a alguien en particular le han sucedido, qué aunque realicen una y mil veces la misma receta, teniendo en cuenta algunos ingredientes siente el mismo sabor.

En lo particular últimamente me estaba sucediendo. Pero siempre me preguntaba ¿por qué no cambia? ¿Por qué no lo siento extraordinario? si se ve delicioso. Y me di cuenta que a veces la cocina necesita un toque de picardía, rebeldía y complicidad.

A que me refiero. Que a veces las cosas se vuelven tan monótonas que conviertes una porción de arroz, carne y vegetales en algo común sin importancia tanto así que no le hayas ni el sabor. Pero ¿qué pasa cuando esa misma receta cambia su sabor y textura?

Es algo que me pregunto ¿pero qué pasa? Si siempre agrego los mismos ingredientes con un toque diferente; Pero hoy fue la excepción.

Pues les comento que la picardía, rebeldía y complicidad se la debo a mi esposo, que en compañía del él preparamos un plato muy común pero al momento de degustarlo, nuestro paladar lo sintió diferente. Lleno de vida, amor, sabor, color haciendo que nuestras neuronas estallaran y me di cuenta que a veces necesitamos ese picante sensorial, que trasmite nuestras neuronas, haciendo que pase algo excepcional.

No importa si es la misma receta, pero si le agregas unos ingredientes llamados amor pasión y picardía sale una mezcla estalladora, haciendo vibrar tus sentidos tu paladar creando un paraíso extraordinario. Donde solo quieres disfrutarlo una y otra vez, convirtiendo ese momento en algo excepcional.

Créame, que en verdad a veces necesitamos en nuestras vidas ese horizonte, ese camino donde nos ofrecen frenos y alas para volar. Por qué les digo esto, porque mi amado compañero siempre ha sido una persona reservada. Que muy poco comparte estos momento pero me he dado cuenta que no debemos esforzar a las personas para compartir.

A veces creemos que compartir con la pareja es salir a rumbear salir de compras en los mejores lugares y que nos aguante cuanto berrinche.

Pues ¡No! Me di cuenta que compartir en pareja o en familia se puede disfrutar, realizando la receta más sencilla pero con amor y picardía y alcahuetería en un solo lugar en un solo instante con un mismo rumbo.

A veces creemos qué las mujeres tenemos el control y el rumbo de todo y no es así. O qué él hombre es quien, cuando y como se debe hacer las cosas pero no es así.

Concluí. Qué para que esto fusionara necesitaba de ambos, de ese toque que cada uno le da a su vida. Tanto de sal como de azúcar que se complementa y hacen que le dé un toque especial a una salsa. Aun así teniendo en cuenta la combinación perfecta de los ingredientes, hace que se presente una extraordinaria sensación llevándonos a un viaje de emociones haciendo estallar nuestras neuronas.